miércoles, 26 de noviembre de 2008

¡Increible pero cierto!

Pues sí, todavía no salgo de mi asombro. Acostumbrado como estoy a tener que desechar memorias USB (o pendrives, como los llaman algunos) de estas que te regalan con publicidad, porque a la más mínima, o pierden todos los archivos que tenías, o directamente "se morían".

Bueno, pues el caso es que tenía uno con llavero incorporado, en el que llevaba unas llaves, y no es que lo usara mucho, pero como lo llevaba siempre encima (por las llaves) me había sacado de algún que otro apuro.

La semana pasada perdí dicho llavero, y por fin ayer aparecieron: lavadas, centrifugadas y casi casi planchadas. Cuál sería mi sorpresa cuando esta mañana llego al curro, pincho la memoria (por simple curiosidad y sin ninguna esperanza) y ¡Oh maravilla! ahí estaban todos los archivos intactos.

Sí, ya sé que las memorias USB no llevan batería ni ninguna corriente eléctrica que pueda provocar cortocircuitos en contacto con el agua, pero cuántas he perdido por muchísimo menos.

En fin, la lástima es que no sé la marca ni nada para cuando tenga que comprar una.

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